jueves, 16 de julio de 2009
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Cada día tomo mi guitarra y empieza la magia, el sortilegio, el empeño. La Vieja Ciudad(Antigua Guetemala)se transforma y los locos bohemios entonces cantamos a la libertad.
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Por supuesto que no existen fronteras para el amor que siente un padree por un hijo.
ResponderEliminarVivelo amigo mio, que lo mas hermoso del mundo le ocurran a tu hijo, que crezca en virtud y amor, que la musica lo envuelva y vista su piel con cada nota de tus canciones.
namaste
Hola Ramiro!! usted no se acuerda de mi de seguro pero eramos vecinos y bueno solo queria saludralo y felicitarlo por todos sus logros.... siga adelante
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