Era mayo el viejo calendario, mes en que la temporada de Turismo en Antigua Guatemala, no está en su mejor momento, después de sumergirme en los acordes y versos de Silvio Rodríguez , interpreté algunos boleros, en realidad había como seis mesas ocupadas en el Restaurante donde amenizaba aquella noche, no faltaron algunos aplausos y algunos (Tips), después de que uno por uno se fueron alejando, solo quedaban dos mesas las cuales estaban prestando atención a cada una de las canciones que desfilaron por aquella noche, Yo canté algunas del recuerdo total, solo había una persona que hablaba español un hombre que estaba en la en una silla del bar, y que no volvió la vista al terminar ninguna de las canciones, entonces canté algunas melodías del recuerdo, para que aquellas personas que si estaban escuchando, pues identificaran alguna tonada y la música fuera mas de su agrado. Después fueron las 10:00 pm y el tiempo de finalizar había terminado, pero siempre puedes tocar una canción mas cuando por lo menos hay una persona que te está escuchando, entonces decidí terminar la noche con dos de mis canciones favoritas de Silvio Rodríguez, Y nada mas y Mujeres. Luego de algunos aplausos, empecé a contar las propinas, aguardar las bocinas, los cables y mi guitarra, entonces fue cuando el hombre que estaba en el bar, se me acercó y me dijo, “Soy Jaime, soy chileno, toco la guitarra un poco, y soy muy amigo de Silvio Rodríguez, esta ha sido mi magnifica última noche en Antigua Guatemala, porque he escuchado algunas canciones de mi gran amigo, algún día yo le contaré…felicidades y hasta pronto, ah tienes algunas canciones propias? Si le contesté... que bien yo estoy haciendo una que me pidió una amiga un día antes de suicidarse, el título es A 50 metros de la felicidad… Hasta pronto repitió”
Si a alguno se le ocurre alguna Poesía para este titulo envíemela, quizá Jaime vuelva algún día y yo tenga alguna propuesta para su canción.
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